En el ambito del mundo de la salud actual, en donde ya los
pacientes no son tratados por un medico de confianza (medico familiar), se ha
complicado un poco el asunto de la confidencialidad; ante la medicina que ya no
trata seres humanos, sino pacientes, no trata organismos sino órganos, se
descontextualiza lo que significa el individuo como tal, la esencia como
persona inmersa en varias esferas. Como vamos a cuidar el secreto de un ser
humano, su pudor, el cual pone ciegamente en nuestras manos confiando en que
tenemos la sabiduría para protegerlo, para mantenerlo incorrupto? . Como guardaremos
la dignidad, si estamos tratando piezas fuera de un todo?, si la dignidad es de
seres conscientes, de seres humanos, no de un riñón, un hígado, un Corazón, un
cerebro. En una medicina en la que la historia clínica ya no es tan privada por
la misma necesidad de dar enfoques multidisciplinarios, de conformar equipos médicos
en los que médicos generales, especialistas y sub especialistas, enfermeras y
otros conformantes del equipo prestador de servicios de la salud tienen acceso
a la historia clínica. Es tal vez hora de hacer un alto en este avance a pasos
agigantados, imparable, para recordar que en nuestras manos esta la vida de
seres humanos, como nosotros, que tienen pena, un pudor que cuidar, un vida que
merece ser respetada, que son vulnerables y dejan su orgullo a un lado, porque confían
en nosotros y creen en que solo nosotros podemos ayudarlos; es acá donde me gustaría
traer una frase de película “ un gran poder conlleva una gran responsabilidad”,
el medico tiene el poder de tener acceso a la vida y situaciones mas intimas de
los pacientes, así mismo tiene la gran responsabilidad de ser confidente, de
respetar esa privacidad como si fuera la suya misma.
bibliografía: reflexión sobre
confidencialidad. Dr. Andrés Aguirre Martínez. Director general del HPTU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario